LOS PASANTES - CLUB CONCERT

Actuación: Damián Carabajal, Diego Ledezma.
Diseño de los dispositivos escénicos: Arq. Salvador Ingrao.
Realización escenográfica: Esteba Hernandez, Miguel Ponce, Christian Pedersoli.
Voces en off: Diego Ledezma, Damián Carabajal y Natalia Daona.
Edición musical: Exequiel Frías.
Iluminación: Christian Pedersoli.
Maquillaje: Reneé Ahalli.
Prensa y difusión: Silvina Schliserman.
Asistencia Técnica y de Dirección: Natalia Daona.
Dramaturgia y Dirección Gral.: Manuel Villarrubia Norri.
Producción Gral. : Club Concert.

Tal vez la obra más anticapitalista que hayamos presenciado. Tal vez a primera impresión se la puede acusar de cierta ñoñez y de choreo a San Genet, pero indudablemente encierra una potente invitación a la reflexión. Porque ese choreo pude funcionar no sólo como picardía o guiño, sino como declaración de principios sobre el asunto “propiedad privada” y porque esa noñez bien puede ser una voz de alarma sobre la transformación deformante de un hecho teatral en mera mercancía. Nótese la ambigüedad. Éste tal vez sea el mayor “defecto” del espectáculo, que vacila tomar posición, ya que si bien es festejable la caída del sistema luego debemos saber que la perra que lo parió entró nuevamente en celo. Pero esto no parece perturbar al ambiguo Villarrubia, quien continúa mas cerca del vacuo Jarman (por el hedonismo gratuito) que del diseccionador Fassbinder (y apostamos nuestros calzones a que si Don Manuel aborda a este autor le significará un punto de quiebre (y eso que no nos queremos imaginar lo que pasaría con un combo Syberberg – Villarubia Norri)).Logrados dispositivos escénicos que potencian el poder simbólico del entorno laboral. La escenografía tal vez podría ser más cuidada, para potenciar lo anterior. La musicalización llega a aturdir mas que las infernales vuvuzelas, aunque contribuye al entorno opresivo del ambiente). La iluminación contribuye armonicamente. El maquillaje hace parecer a los actores como travestis viejos. Quién esto escribe se dirigió e espectar el evento con ánimo de odiar, al no ser seleccionado por la prueba del grupo, pero debió tragarse la furia al encontrarse con dos notables actuaciones. El señor Ledezma tiene un manejo vocal excelente, y excelentemente aprovechado por la situación callcenterística, mientras que el señor Carabajal hace gala de una soltura corporal envidiable y unos cambios personajísticos casi impecables. Hubiese sido muy loable que en el jolgorio final se aprovechase para invitar al público a un gratificante copetín. – MIGUEL, EL VENGADOR DEL FUTORO.