Harto Amarillo - Improvisación

A veces tengo la sensación que algunos grupos extranjeros, pero sobre todo de la C.A.B.A., piensan que en este rincón del mundo vivimos en carpa y nos gustan los espejitos de colores. Disculpad mi ofuscación, pero el espectáculo programado para las 22:30 arrancó pasadísimas las 23:00, sin respeto por el público presente y puntual. Pero como diría el lejano Roqui, vamos a lo que nos compete, al meollo de la cuestión.
Con un tufillo a la maquinaria Audivert que tiene tufillo a la maquinaria Meyerhold, el grupo Harto Amarillo nos pasea por diversas y simultaneas situaciones que produciran la modorra a quien no tenga ganas de explorar nuevos lenguajes teatrales (que por otro lado, a esta altura del partido hemos de preguntarnos cuan novedosos son); a propósito: alzo mis ojos en busca de inspiración y me encuentro con el dvd de “Antonio das Mortes” antes reseñado y viene a mi frágil memoria las reflexiones de Rocha sobre la cuestión de la búsqueda de nuevos lenguajes en el ámbito estético (¡La que se perdieron teatristas de la menemista década de los noventa!). Pero dejemos atrás la ira y volvamos al espectáculo. Cierta señora me dijo una vez que despreciaba la formación técnica ya que propiciaba un detrimento del nivel poético. Esta obra le da la razón, ya que nos queda la sensación que el elenco posee un inmenso talento que nos fue mezquinado.
Una digresión más: está muy en boga manifestar que el teatro de texto está en crisis y despreciar la literatura y otras yerbas, sin embargo llama la atención que actitudes como las de este grupo se repitan bastante, paso a clarificar: el grupo vino con dos obras a Tucumán, esta de improvisación y otra basada en una de Bernhard. La impro era a la gorra, la otra salía como $ 20. – Miguel.